Exposition sur le Journal d’un ingénu lors d’Expocomic 2011
Source: Trazos en el bloc
Exposicion Emile Bravo: Spirou
La
fascinación de Émile Bravo (París, 1964) por la historieta se remonta a
su más tierna infancia,
cuando su padre le inculcó un amor por el medio que, años más tarde,
le llevó a desechar la idea de cursar estudios de ingeniería, en
beneficio de un intento por construir una carrera como autor
de cómics.
A
la hora de datar su vinculación profesional al mundo del tebeo, 1992 se
antoja como una fecha clave:
fue entonces cuando, acompañado de talentos pujantes como Lewis
Trondheim, David B., Joann Sfar o Christophe Blain, fundó el Atelier
Nawak. Un variado grupo de historietistas –hoy en día
convertidos en referentes del Noveno Arte– a los que más tarde se
unirían Frédéric Boilet, Marjane Satrapi y Marc Boutavant, dando forma
al Atelier des Vosges. Esta generación de autores derivó
en la corriente conocida como Nouvelle Bande Desinée, surgida como
opisición frente a un modo de hacer cómics –el promovido por la
industria francoblega de la época– con el que no comulgaban. De
este caldo de cultivo surgieron iniciativas editoriales
alternativas, como l’Association, a raíz de cuyo empeño se produjo una
significativa apertura temática y estilística en el panorama
europeo.
Vinculado
familiarmente a España –es hijo de padre catalán y madre valenciana–,
Bravo siempre ha
reivindicado el potencial formativo de la historieta, defendiendo
todo esfuerzo tendente a que “el cómic infantil recupere su función
tradicional de formar a los niños, como sucedía con los
cuentos antiguos“. Una opinión que ha tratado de llevar a la
práctica durante su carrera, caracterizada por estar principalemente
orientada a un público infantil… aún tratándose de obras que, al
igual que sus lecturas de juventud, esconden diferentes niveles de
lectura, siendo igualmente disfrutables por adultos. Así lo acreditan
trabajos como la serie de álbumes centrados en las
aventuras de Jules –seis hasta la fecha, inéditos en nuestro país– o
los libros ilustrados protagonizados por Los siete osos enanos (SM).
A
lo largo de su trayectoria profesional, también ha tenido ocasión de
dibujar la trilogía de Alexis
Strogonov, con guiones de un Jean Regnaud con el que coincidiría de
nuevo en Mi mamá está en América y ha conocido a Buffalo Bill (Ponent
Mon). Pero también logró encontrar tiempo para aceptar el
ofrecimiento brindado por Dargaud de ofrecer su particular visión
acerca de dos clásicos del cómic francobelga; una propuesta que
fructificó en Las aventuras de Spirou y Fantasio: Diario de un
ingenuo (Planeta DeAgostini Cómics), laureada obra a la que
probablemente dará continuidad a través de un segundo álbum….
Y es precisamente de esta obra de la que podemos disfrutar en exposición en esta edición de
Expocomic.
Merci Carlos
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