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lundi 15 février 2010

Las Aventuras de Spirou y Fantasio: Diario de Un Ingenuo - Chronique Espagnole

Source: La Caravineta

Últimamente he de reconocer que llevo una buena racha a la hora de elegir los tebeos a leer. Prácticamente, en su mayoría, autores que nos presentan una nueva forma de acercarse al medio, investigando y tratando de ofrecernos nuevas fórmulas tanto en la propuesta gráfica como en el guión y, de repente, me encuentro con este Diario de un Ingenuo de Èmile Bravo (Un comic, por otra parte, que llevaba tiempo esperando la edición en castellano que, finalmente, Planeta nos ha traído). Èmile Bravo, lejos de hacer de su Diario de un Ingenuo una avanzadilla del noveno arte, nos retorna a los cómics más clásicos de la escuela francobelga y nos cuenta la historia y el nacimiento como heroe del botones más conocido de la BD. Así, tanto en sus composiciones de páginas, como en la forma de contar la historia, e incluso en su dibujo, podemos recordar nombres de la talla de Franquín (como no hablando de Spirou), Chaland, o Hergé, autor al que no se cansa de homenajear a traves de su personaje más conocido, Tintín, durante las 72 páginas de las que consta la historieta.
Bravo se remonta al año 1939 para contarnos los inicios del personaje. Nos muestra a un spirou ingenuo, un preadolescente que avanza inocentemente, con paso vacilante hacia la madurez al ritmo que le manda la época que le tocó atravesar. Nos habla de su primer trabajo, su primer amor, sus primeros contactos con Fantasio y Spip, su ardilla.
Debe ser complicado trabajar en un personaje tan emblemático como Spirou. La presión de hacer algo bueno con un personaje tan trillado como el botones aventurero, de que guste a sus miles de seguidores, que resulte coherente con su historia debe resultar exagerada. Más si cabe inventarse un origen, un nacimiento y unos porqués sin desmembrar las señas de identidad del protagonista. Bravo se enfrenta a esto con la sencillez de quien cree que es un personaje diseñado para él y sale victorioso. Se inventa nuevos personajes con lo que interactuar y dar coherencia y consistencia a la historia, al nacimiento del héroe y lo hace de una manera asequible, consiguiendo en muchos casos una sonrisa del lector adulto, que disfruta de lo que está leyendo de la misma manera que disfrutaba de las lecturas del mismo Franquín y presumiblemente consiguiendo igualmente la sonrisa en los rostros de los más jóvenes lectores.
Spirou es el botones del hotel Moustic de Bruselas. Durante sus horas de trabajo se dedica a subir y bajar maletas de los muchos rostros conocidos que llegan al hotel buscando privacidad, a huir de Entresol, personaje siempre dispuesto a darle unos capones, y evitar que su incansable compañera, Spip la ardilla, se meta en problemas. Durante sus horas de asueto, arbitra partidos de fútbol entre chavales conmocionados por el rumbo político del mundo en los años anteriores a la 2º Guerra Mundial y se dedica a pasear con la sirvienta del hotel que, a pesar de no conocer ni su nombre, le tiene completamente enamorado.
Pero la historia a elegido el hotel donde trabaja el pequeño botones para cambiar de dirección. En una de sus habitaciones, polacos y alemanes pactan la forma de repartirse Polonia tratando así de evitar la guerra.
Fantasio, que en esos momentos trabaja como periodista del corazón para el diario Mosquito y persigue a una pareja de celebridades que se alojan en el hotel, ayudará a que polacos y alemanes lleguen a una resolución.
Es este Diario de un Ingenuo un comic fantástico, donde se pone de manifiesto lo que pueden hacer autores de la talla de Bravo con personajes consagrados, y que pone en evidencia (más si cabe) las absurdas guerras de los moulinsart y los Uderzos de turno a favor del dinero y en contra de los personajes que sus antecesores o ellos mismos crearon.

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